
Puede resultar inevitable comparar esta película con el "Kill Bill" del famoso niño terrible Tarantino, en el sentido de ser una incursión por parte de cineastas estadounidenses en terrenos largamente explotados por las películas asiáticas de acción y artes marciales. Sin embargo, "Asesino Ninja" no tiene la más mínima ambición épica. Los Wachowski se explayan más bien en los mínimos detalles que una pelea de ninjas puede tener, en particular la manera como el metal lacera la carne humana. Tanto que su explicitez gráfica ha sido tachada a la ligera por muchos críticos como un simple intento de explotación "gore". Y es que en la mismísima primera escena asistimos a múltiples cercenamientos y decapitaciones, sino miren el Red Band Trailer. Pero eso es porque nos están diciendo que si escenas de ese tipo no nos gustan, estamos a tiempo para salir de la sala. También se le ha criticado a este filme la excesiva rapidez y la temblorosa cámara de algunas de las escenas de acción. Pero en este caso, ello aporta básicamente la cuota de realismo en la acción, pues tales movimientos en la vida real se efectúan a velocidades mayores a la de un parpadeo.

En cuanto a los actores, no son superestrellas, pero nada se les puede reprochar. El cantante pop coreano Rain, presente ya en diversas producciones fílmicas y televisivas en su país (apareció también en "Meteoro"), reúne el suficiente carisma y la disposición física para el papel. Además, como el jefe del clan Ozunu tenemos al legendario Shô Kosugi, presente en innumerables películas de ninjas no sólo como actor, sino también como guionista, productor y director, desde los años 70. Su inclusión es un claro homenaje de los Wachowski a este género de películas, y evidencia que sus conocimientos sobre el mismo son más que los de simples advenedizos.


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