A lo largo de la historia del cine hemos visto gigantescos animales, insectos y monstruos que han amenazado el planeta, sean del espacio exterior, de lo profundo del océano o del interior de la tierra, las películas recrean nuestra emoción más primitiva: EL MIEDO, y esto lo pudimos comprobar hace ya algún tiempo con Cloverfield: Monstruoso (Cloverfield - 2009), proyecto de J.J. Abrams con la presencia de un misterioso monstruo que ataca New York ante el terror de sus habitantes que generó una inmensa expectativa previa. Y eso es lo que nos gusta, aterrorizarnos ante cosas imposibles, en este caso, monstruos gigantes, ya sean terrestres o del espacio.
El detonante de todo fue King Kong en 1933, uno de los monstruos más grandes del cine. Nadie sospechaba que este gorila gigante, descubierto en una isla recóndita y llevado a Nueva York como atracción, iba a causar el caos en la ciudad trepado a lo alto del Empire State. Ha motivado dos remakes, uno bastante fallido en 1976 y el reciente del 2005 a cargo del mismísimo Peter Jackson que no satisficho a la mayoría, y otros personajes basados en su figura como Mighty Joe Young y otros primates de tamaño gogantesco, convirtiéndose en un clásico del cine fantástico que recrea el mito de la bella y la bestia.
La idea de una isla misteriosa con seres enormes proviene de la literatura, como la adaptación de la novela de Julio Verne, La Isla Misteriosa (Mysterious Island - 1961)un pequeño clásico de la serie B con animales gigantes que aterrorizan a los humanos que llegan a la isla para su desgracia. Y quien sino Steven Spielberg para llevarnos al mundo perdido del Parque Jurásico (Jurassic Park - 1983) con aterrorizantes dinosaurios, llegando a un apoteósico final en San Diego, en la que el feroz T-Rex causa el pánico y destrucción en un claro homenaje al rey Kong. Su éxito motivó dos secuelas que no se igualan al éxito y creatividad de la original.
Los monstruos gigantes que atacan ciudades capitales son un tema muy común dentro del cine oriental. Del Japón post-bomba atómica llegó Godzilla (Gojira - 1954), un descomunal monstruo prehistórico mutante con poderes sorprendentes por las explosiones nucleares, que genera y salva del caos a Tokio y el mundo. Ha protagonizado 28 películas niponas y un controvertido remake estadounidense (Godzilla - 1998) por su infantil argumento en la que se dirige a Nueva York, en cuyas calles causa el pánico y la destrucción. Su contraparte es Gamera, una monstruosa tortuga prehistórica gigante, que vuela a gran velocidad armada con fuego radioactivo atacando Tokio para el horror de sus habitantes.
La paranoia anticomunista, el temor a la energía nuclear y a los desechos tóxicos motivaron la creación de diversos monstruos de gran tamaño que hicieron las delicias destructivas de los fanáticos del cine de serie B, como las hormigas gigantes de La Humanidad en Peligro (Them! - 1954), que se dirigen hacia las modernas ciudades dispuestos a sembrar el terror entre las masas y reproduciéndose rápidamente; El Ataque de las Arañas (Arac Attack/Eight Legged Freaks - 2002), la película de terror con toques de comedia negra en la que unos vertidos tóxicos mutan arañas inofensivas en gigantescos monstruos ávidos de carne humana y, producto de la contaminación química, vino desde Corea Gwoemul (The Host - 2006), una bestia marina a resucitar este menospreciado subgénero, demostrando que los monstruos gigantes siguen vigentes.
Si hablamos de monstruos de comedia, tenemos al gigantesco y aterrador Hombre Malvavisco de los Cazafantasmas (Ghostbusters - 1984) que destruye Manhattan con una sonrisa en la boca, y ambientada en el desierto de California tenemos Evolución (Evolution - 2001), al extraño organismo de vida alienígena que se divide rápidamente buscando dominar el planeta en un fallido homenaje a la serie B.
Entre los últimos estrenos aterradores tenemos Dragon Wars / D-War en el 2007, el filme coreano sobre unos seres monstruosos que vienen a la Tierra para destruirla empezando con la ciudad de Los Angeles; la enorme sorpresa (de la que hablamos líneasarriba) que nos trajo J.J. Abrams con su trepidante filme sobre el ataque de una aterradora criatura que no la vemos durante casi todo el metraje pero que la sentimos desde el inicio y nos mantiene pegados al asiento y en el plano de comedia animada, a la gigantesca oruga/mariposa mutante de Monstruos vs Aliens (Monters vs Aliens - 2009), un claro ejemplo de que cuando se mezcla ciencia ficción con comedia con buenas ideas se logran excelentes resultados, porque no hay nada mejor que ver a una enorme criatura causando a su paso destrucción y muerte con solo una pisada. Veamos que nuevo engendro viene pronto a las salas...aunque al parecer tendremos la secuela aún sin nombre de Cloverfield que espero se haga realidad.
Como dato extra les dejo este video con una intersante relación de los mejores monstruos gigantes de la historia del cine, desde superproducciones hasta serie B (aunque faltan varios de los que tengo en mi nota), pero vale la pena verla:
El detonante de todo fue King Kong en 1933, uno de los monstruos más grandes del cine. Nadie sospechaba que este gorila gigante, descubierto en una isla recóndita y llevado a Nueva York como atracción, iba a causar el caos en la ciudad trepado a lo alto del Empire State. Ha motivado dos remakes, uno bastante fallido en 1976 y el reciente del 2005 a cargo del mismísimo Peter Jackson que no satisficho a la mayoría, y otros personajes basados en su figura como Mighty Joe Young y otros primates de tamaño gogantesco, convirtiéndose en un clásico del cine fantástico que recrea el mito de la bella y la bestia.
La idea de una isla misteriosa con seres enormes proviene de la literatura, como la adaptación de la novela de Julio Verne, La Isla Misteriosa (Mysterious Island - 1961)un pequeño clásico de la serie B con animales gigantes que aterrorizan a los humanos que llegan a la isla para su desgracia. Y quien sino Steven Spielberg para llevarnos al mundo perdido del Parque Jurásico (Jurassic Park - 1983) con aterrorizantes dinosaurios, llegando a un apoteósico final en San Diego, en la que el feroz T-Rex causa el pánico y destrucción en un claro homenaje al rey Kong. Su éxito motivó dos secuelas que no se igualan al éxito y creatividad de la original.
Los monstruos gigantes que atacan ciudades capitales son un tema muy común dentro del cine oriental. Del Japón post-bomba atómica llegó Godzilla (Gojira - 1954), un descomunal monstruo prehistórico mutante con poderes sorprendentes por las explosiones nucleares, que genera y salva del caos a Tokio y el mundo. Ha protagonizado 28 películas niponas y un controvertido remake estadounidense (Godzilla - 1998) por su infantil argumento en la que se dirige a Nueva York, en cuyas calles causa el pánico y la destrucción. Su contraparte es Gamera, una monstruosa tortuga prehistórica gigante, que vuela a gran velocidad armada con fuego radioactivo atacando Tokio para el horror de sus habitantes.
La paranoia anticomunista, el temor a la energía nuclear y a los desechos tóxicos motivaron la creación de diversos monstruos de gran tamaño que hicieron las delicias destructivas de los fanáticos del cine de serie B, como las hormigas gigantes de La Humanidad en Peligro (Them! - 1954), que se dirigen hacia las modernas ciudades dispuestos a sembrar el terror entre las masas y reproduciéndose rápidamente; El Ataque de las Arañas (Arac Attack/Eight Legged Freaks - 2002), la película de terror con toques de comedia negra en la que unos vertidos tóxicos mutan arañas inofensivas en gigantescos monstruos ávidos de carne humana y, producto de la contaminación química, vino desde Corea Gwoemul (The Host - 2006), una bestia marina a resucitar este menospreciado subgénero, demostrando que los monstruos gigantes siguen vigentes.
Si hablamos de monstruos de comedia, tenemos al gigantesco y aterrador Hombre Malvavisco de los Cazafantasmas (Ghostbusters - 1984) que destruye Manhattan con una sonrisa en la boca, y ambientada en el desierto de California tenemos Evolución (Evolution - 2001), al extraño organismo de vida alienígena que se divide rápidamente buscando dominar el planeta en un fallido homenaje a la serie B.
Entre los últimos estrenos aterradores tenemos Dragon Wars / D-War en el 2007, el filme coreano sobre unos seres monstruosos que vienen a la Tierra para destruirla empezando con la ciudad de Los Angeles; la enorme sorpresa (de la que hablamos líneasarriba) que nos trajo J.J. Abrams con su trepidante filme sobre el ataque de una aterradora criatura que no la vemos durante casi todo el metraje pero que la sentimos desde el inicio y nos mantiene pegados al asiento y en el plano de comedia animada, a la gigantesca oruga/mariposa mutante de Monstruos vs Aliens (Monters vs Aliens - 2009), un claro ejemplo de que cuando se mezcla ciencia ficción con comedia con buenas ideas se logran excelentes resultados, porque no hay nada mejor que ver a una enorme criatura causando a su paso destrucción y muerte con solo una pisada. Veamos que nuevo engendro viene pronto a las salas...aunque al parecer tendremos la secuela aún sin nombre de Cloverfield que espero se haga realidad.
Como dato extra les dejo este video con una intersante relación de los mejores monstruos gigantes de la historia del cine, desde superproducciones hasta serie B (aunque faltan varios de los que tengo en mi nota), pero vale la pena verla:
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