Luego de protagonizar la película más taquillera de la historia, este actor de 33 años se puede considerar ya una súper estrella, y el nuevo gran héroe de acción de Hollywood, pero hace menos de un año era casi un desconocido para el mundo. Así que ¿de dónde salió y quién es Sam Worthington? En los siguientes minutos responderemos a esas interrogantes.
Nacido en Inglaterra, pero radicado en Australia desde su niñez, Sam trabajó como albañil durante buen tiempo en su juventud, hasta que a los 19 años consiguió una beca en el prestigioso Instituto de Arte Dramático de su país. A partir de allí, del 2000 en adelante, Worthington obtendría pequeños papeles en diversas series y películas locales, y en el 2002 comenzaría su carrera internacional con una breve participación en el film norteamericano En Defensa del Honor (Hart's War) , protagonizado por Bruce Willis, Terrence Howard y Colin Farell.
Sin embargo, fue en el 2004 cuando comenzó a alcanzar notoriedad gracias a su actuación en el aclamadísimo drama australiano Somersault, film que arrasó con cuanto premio se le puso en frente. Una estrella comenzaba a brillar, tanto así que Worthington fue una de las serias opciones para convertirse en el nuevo James Bond, papel que finalmente sería para Daniel Craig.
Avatar. Luego de probar a decenas de aspirantes en EE.UU. y Europa, fue la directora de reparto del realizador quien recomendó a Worthington, calificándolo como una rara combinación de fortaleza y sensibilidad. Es así que el actor, casi sin saber nada del personaje ni la historia, pasaría las pruebas y aceptaría el papel, con algo de escepticismo y poco entusiasmo. Por supuesto, él aún ignoraba el fenómeno que se le venía.
Meses después, sería el propio Cameron quien recomendaría a su nuevo engreído para protagonizar la cuarta película de la saga que él mismo creó y volvió popular. A la larga, Terminator: La Salvación (Terminator Salvation), se estrenaría primero, con un tibio éxito de taquilla que igual sirvió para ir posicionando el rostro de Worthington en las mentes de los cinéfilos de todo el orbe.
Medio año después, Avatar llegaría a las salas de Cine, y el resto es historia conocida. Además, en pocas semanas, volveremos a ver al australiano en el remake de Furia de Titanes (Clash of the Titans), film que promete ser otro taquillazo, con una figura que se mueve como pez en el agua en medio de los presupuestos millonarios, la acción y los efectos especiales.
Y este es Sam Worthington, un hombre que ya tocó el cielo, y que sin embargo tiene un futuro prometedor en la Meca del Cine. No duden que seguirá siendo el gran héroe del público y la taquilla por mucho tiempo más.
Nacido en Inglaterra, pero radicado en Australia desde su niñez, Sam trabajó como albañil durante buen tiempo en su juventud, hasta que a los 19 años consiguió una beca en el prestigioso Instituto de Arte Dramático de su país. A partir de allí, del 2000 en adelante, Worthington obtendría pequeños papeles en diversas series y películas locales, y en el 2002 comenzaría su carrera internacional con una breve participación en el film norteamericano En Defensa del Honor (Hart's War) , protagonizado por Bruce Willis, Terrence Howard y Colin Farell.
Sin embargo, fue en el 2004 cuando comenzó a alcanzar notoriedad gracias a su actuación en el aclamadísimo drama australiano Somersault, film que arrasó con cuanto premio se le puso en frente. Una estrella comenzaba a brillar, tanto así que Worthington fue una de las serias opciones para convertirse en el nuevo James Bond, papel que finalmente sería para Daniel Craig.
Avatar. Luego de probar a decenas de aspirantes en EE.UU. y Europa, fue la directora de reparto del realizador quien recomendó a Worthington, calificándolo como una rara combinación de fortaleza y sensibilidad. Es así que el actor, casi sin saber nada del personaje ni la historia, pasaría las pruebas y aceptaría el papel, con algo de escepticismo y poco entusiasmo. Por supuesto, él aún ignoraba el fenómeno que se le venía.
Meses después, sería el propio Cameron quien recomendaría a su nuevo engreído para protagonizar la cuarta película de la saga que él mismo creó y volvió popular. A la larga, Terminator: La Salvación (Terminator Salvation), se estrenaría primero, con un tibio éxito de taquilla que igual sirvió para ir posicionando el rostro de Worthington en las mentes de los cinéfilos de todo el orbe.
Medio año después, Avatar llegaría a las salas de Cine, y el resto es historia conocida. Además, en pocas semanas, volveremos a ver al australiano en el remake de Furia de Titanes (Clash of the Titans), film que promete ser otro taquillazo, con una figura que se mueve como pez en el agua en medio de los presupuestos millonarios, la acción y los efectos especiales.
Y este es Sam Worthington, un hombre que ya tocó el cielo, y que sin embargo tiene un futuro prometedor en la Meca del Cine. No duden que seguirá siendo el gran héroe del público y la taquilla por mucho tiempo más.
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