Colin Andrew Firth, o simplemente Colin Firth, es uno de los intérpretes ingleses más queridos y celebrados de las últimas décadas. Y es que este cincuentón de gran estatura y aspecto apacible y modesto se ha metido al bolsillo a todos los públicos a punta de buenas actuaciones.
Luego de pasar su niñez junto a sus abuelos misioneros en Nigeria, Colin se metería de lleno en el mundo de la actuación durante su etapa escolar. Su primera película fue al lado del también famoso Rupert Everett en 1984, y se llamó Another Country. Sin embargo, su gran salto a la fama lo dio a mediados de los 90 con la mini-serie Orgullo y Prejuicio. Luego, vendrían papeles secundarios en importantes películas como El Paciente Inglés y Shakespeare Enamorado, pero su consolidación definitiva en la gran pantalla llegaría a comienzos de este siglo del lado de títulos románticos como El Diario de Bridget Jones y Realmente Amor. Versátil actor de teatro, cine y televisión, su carrera siempre ha oscilado entre diversas producciones de época y el fino humor de comedias ligeras.
El año pasado, el artista británico estuvo a punto de alcanzar la gloria del Óscar con la nominación que logró por su papel de un profesor homosexual en Un Hombre Solo, trabajo que le valió incontables elogios y galardones alrededor del orbe. No obstante, parece que el 2011 será su año consagratorio, ya que después de ganar el Globo de Oro, el Bafta y el premio del Sindicato de Actores de Estados Unidos por su genial encarnación del rey tartamudo Jorge VI en El Discurso del Rey, parece que esta vez nadie le quitará de las manos la codiciada estatuilla dorada.
Casado con la bella directora y productora italiana Livia Giuggioli y con una vida personal alejada de los escándalos, Colin ha desarrollado también un importante rol como defensor de los derechos de los inmigrantes, los pueblos indígenas y los países tercermundistas. Por si fuera poco, también posee una vena literaria que le ha llevado incluso a publicar algunos relatos cortos, y un especial talento para la música y el canto, como lo demostró en la exitosísima Mamma Mia
Y esta fue nuestra radiografía de un actor que solo ha necesitado de su gran talento y sencillez para conquistar al mundo.
“Tengo una especie de neutralidad física que me ha sido útil: un rostro que puede lucir mucho mejor o mucho peor, dependiendo de cómo quiero que luzca”. (Colin Firth)
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