Lamentablemente, como ya se ha hecho costumbre en los últimos años, todo indica que no habrá muchas sorpresas en la octogésima tercera ceremonia de entrega del Óscar. Y es que son tantas las premiaciones que anteceden al fastuoso evento de la Academia, que los favoritos son muy fáciles de deducir.
En la categoría de mejor película, a pesar de encontrarnos con diez nominadas, la verdadera competencia se da solo entre dos o tres largometrajes. En esta ocasión, la gran favorita es El Discurso del Rey, que con sus doce nominaciones, algunos premios importantes como el Bafta en su cosecha, y el perfil de la típica historia de época y superación que gusta tanto a la Academia, lo tiene todo para quedarse con las principales estatuillas doradas. Sin embargo, no siempre la cinta que obtiene más nominaciones es la que al final resulta triunfadora. Los films que le podrían aguar la fiesta a esta producción británica son Red Social, que en los últimos meses ya se llevó el Globo de Oro y otras varias distinciones de prestigio, y el aclamado western Temple de Acero, que ha logrado diez importantes postulaciones en esta edición del Óscar.
En los rubros interpretativos parece que todo está dicho y, salvo que se de un verdadero batacazo, tendremos varios ganadores debutantes. En primer lugar, el Óscar a Mejor Actor debería ir a parar a manos de Colin Firth, magnífico en su encarnación del rey tartamudo Jorge VI, un papel que le ha valido todos los reconocimientos importantes de la temporada. Del lado de las féminas, Natalie Portman va como bolo fijo, gracias a su perturbador trabajo en El Cisne Negro. La Portman, al igual que Firth, ha allanado el camino con todos los galardones necesarios para que se le considere la favorita el día de mañana. Acerca de los actores secundarios, las apuestas están claramente a favor de Christian Bale y Melissa Leo, por sus estupendos desempeños en El Peleador.
Y en el codiciado rubro de mejor director, la lucha está un poco más reñida entre dos buenos realizadores: el inglés Tom Hooper, por El Discurso del Rey, y el reconocido cineasta norteamericano David Fincher, gestor de Red Social. Y si bien Fincher se proyectaba en un principio como el absoluto favorito y ya tiene en su casa el Globo de Oro, Hooper obtuvo hace unas semanas el galardón del Gremio de Directores de Estados Unidos, un premio que en sus más de 60 años de historia solo ha diferido seis veces con el Óscar de la Academia.
Sin embargo, de todos los premios que se entregarán la noche de mañana, el que parece más seguro y merecido es el que Toy Story 3 recibirá sin duda alguna como mejor película animada. (Nota del editor: Aunque no nos molestaríamos si se lleva sorpresivamente el Oscar a Mejor Película, puesto que cumple con todos los requisitos que debe tener una pela que califica a ser la mejor de todas. Y Pixar lo merece.)
Como vemos, la mayoría de categorías estarán casi cantadas cuando dentro de pocas horas se empiecen a abrir los sobres que contienen los nombres de los afortunados ganadores. Aún así, igual esperamos que la ceremonia del Óscar compense lo predecible que se ha vuelto con mucho, mucho espectáculo y glamour.
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