Acabo de leer en Yahoo! Cinema una bizarra noticia. Max Schreck interpretó al terrorífico conde vampiro Orlok en el clásico del cine mudo del director F.W. Murnau "Nosferatu: A Symphony of Horror," estrenado en 1922, la primera versión para la pantalla grande de la novela de Bram Stoker "Dracula", el vampiro más famoso de todos los tiempos, pero su papel fue tan extraño que varios críticos se preguntaron si realmente lo era, quedando todo en especulaciones y leyendas urbanas; desde su muerte, poco se había hecho para resucitar su reputación, al menos hasta ahora.
En 1953, el crítico griego Adonis Kyrou preguntó en su libro "Le Surrealisme au Cinema", como una broma, si el actor fue realmente un vampiro, la idea se mantuvo e inspiró la película en el año 2000 del director E. Elias Merhige "Shadow of the Vampire", que tiene como protagonista a un genial Willem Dafoe interpretando a Schreck como un vampiro verdadero contratado para protagonizar Nosferatu, y en el que se muestra el desarrollo del rodaje de la misma. Luego de años de investigación, el escritor alemán Stefan Eickhoff ha escrito la que ha definido como "la primera biografía de Schreck", una crónica detallada donde se destaca el hecho de que el resto de su carrera ha sido injustamente olvidada: "Quien espere descubrir a un vampiro estará decepcionado, pero se van a encontrar con un actor talentoso y versátil," manifestó Eickhoff.
A diferencia de nombres como los de Bela Lugosi y Christopher Lee, estrellas en otras interpretaciones clásicas de Drácula, Schreck nunca retomó el rol y pasó la mayor parte del resto de su carrera interpretativa en pequeños roles, pero ninguno de terror, para fallecer de una insuficiencia cardíaca a los 56 años, siendo enterrado en una sencilla tumba en las cercanías de Berlín, donde nació en 1879. El libro titulado "Max Schreck: Gespenstertheater" (Teatro Fantasmal) se publicará a mediados de este año, esperamos leerlo para así poder conocer un poco más sobre este actor icono de la filmografía de vampiros.
1 comentario:
La leyenda urbana de que Max Schreck fue realmente un vampiro subsiste muy intensamente aún en nuestros días.
No podríamos lanzar una conclusión concreta ya que, por un lado, se encuentran farsantes y otros miedosos inventando cualquier cosa, o quizás la muerte de Schreck haya sido en verdad ficticia y que el todavía se encuentra vivo en algún lugar en este momento... no sabemos.
Muchos llegan a afirmar que Schreck, siendo vampiro, aceptó hacer esta película para conocimiento y apertura mental sobre los no-vivos...
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