Las historias de intrépidos aventureros que van a remotos lugares por gloria y fortuna, forman parte de un género que tras su auge en la década del 50, fue resucitado en tres exitosas películas por el personaje más famoso de todos los tiempos: Indiana Jones, protagonizado por Harrison Ford. Pero veamos otros exploradores, buscadores de tesoros o cazadores de aventuras llenas de acción, humor, romance y efectos especiales.
El Tesoro de Sierra Madre (1948) es la obra maestra del cine de aventuras, y Fred Dobbs, el vagabundo que interpreta Humphrey Bogart, es la codicia personificada, un buscador de oro que se enfrenta a mil y un peligros en las montañas mexicanas. Si hay un claro antecedente de Indiana, ese fue Charlton Heston en El Secreto de los Incas (1954), un aventurero que atraído por la leyenda del oro incaico marcha hacia Machu Picchu en busca del fabuloso tesoro sagrado robado del Templo del Sol. Para que tengan una mayor idea vean este site: El Secreto de los Incas, un verdadero tributo a este filme hecho por James Byrne.
No cabe duda que el personaje del avezado explorador y cazador Allan Quatermain en Las Minas del Rey Salomón, el génesis del género literario sobre mundos perdidos, ha ofrecido muchas posibilidades cinematográficas, con 4 versiones de distinta suerte: la primera de 1937 dirigida por Robert Stevenson, que no es la mejor sin duda, ya que la de 1950 con Stewart Granger es mucho más espectacular y llamativa en la que se viven todo tipo de peligros y aventuras en impresionantes paisajes, la mejor que todas las que se han realizado después como la de Richard Chamberlain en 1985 (y no digamos nada de La Ciudad Perdida de Oro en 1986, un verdadero fiasco) o la de Patrick Swayze para la televisión en el 2004, referencias de Indiana Jones para aventuras sin cafeína, insípidas y prescindibles.
Otro que se puso las botas de aventurero fue Michael Douglas como Jack Colton, quien junto a Kathleen Turner protagonizaron Dos Bribones tras la Esmeralda Perdida (1984) y La Joya del Nilo (1985). Con buena química de la pareja, estas divertidas historias de amores y peligros se desarrollan primero en la selva sudamericana para luego ir al Oriente. Brendan Fraser como el legionario Rick O'Connell fue un imitador "egiptólogo" que se enfrenta a la momia de un diabólico sacerdote en La Momia (1999), un taquillazo que motivó una exitosa secuela, El Regreso de la Momia (2001), y en agosto veremos su tercera parte en el lejano oriente en La Tumba del Emperador Dragón.
Protagonizada por Angelina Jolie, de los videojuegos tenemos a la Indiana femenina, la intrépida y curvilínea arqueóloga Lara Croft, motivando dos filmes, Lara Croft: Tomb Raider (2001) y La Cuna de la Vida (2003), pasando mil aventuras para conseguir objetos míticos. Entre los Indianas de ahora tenemos a Nicolas Cage en las dos trepidantes entregas de las aventuras de Benjamín Gates, La Leyenda del Tesoro Perdido (2004) y El Libro de los Secretos (2007); y a Matthew McConaughey, como un explorador que recorre las regiones más peligrosas del oeste de África a la caza de un tesoro en Sahara (2005); y en Amor y Tesoro (2008), en el que siguió la línea de los filmes de búsquedas de millonarios tesoros de Michael Douglas con relativo éxito.
Como vemos, tenemos personajes para todos los gustos, pero hay un hecho sin discusión: Indiana es Indiana y no hay nadie mejor que él para hacernos vibrar en nuestras butacas con otra de sus impresionantes aventuras: Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, cine de siempre, de evasión y canchita.
El Tesoro de Sierra Madre (1948) es la obra maestra del cine de aventuras, y Fred Dobbs, el vagabundo que interpreta Humphrey Bogart, es la codicia personificada, un buscador de oro que se enfrenta a mil y un peligros en las montañas mexicanas. Si hay un claro antecedente de Indiana, ese fue Charlton Heston en El Secreto de los Incas (1954), un aventurero que atraído por la leyenda del oro incaico marcha hacia Machu Picchu en busca del fabuloso tesoro sagrado robado del Templo del Sol. Para que tengan una mayor idea vean este site: El Secreto de los Incas, un verdadero tributo a este filme hecho por James Byrne.
No cabe duda que el personaje del avezado explorador y cazador Allan Quatermain en Las Minas del Rey Salomón, el génesis del género literario sobre mundos perdidos, ha ofrecido muchas posibilidades cinematográficas, con 4 versiones de distinta suerte: la primera de 1937 dirigida por Robert Stevenson, que no es la mejor sin duda, ya que la de 1950 con Stewart Granger es mucho más espectacular y llamativa en la que se viven todo tipo de peligros y aventuras en impresionantes paisajes, la mejor que todas las que se han realizado después como la de Richard Chamberlain en 1985 (y no digamos nada de La Ciudad Perdida de Oro en 1986, un verdadero fiasco) o la de Patrick Swayze para la televisión en el 2004, referencias de Indiana Jones para aventuras sin cafeína, insípidas y prescindibles.
Otro que se puso las botas de aventurero fue Michael Douglas como Jack Colton, quien junto a Kathleen Turner protagonizaron Dos Bribones tras la Esmeralda Perdida (1984) y La Joya del Nilo (1985). Con buena química de la pareja, estas divertidas historias de amores y peligros se desarrollan primero en la selva sudamericana para luego ir al Oriente. Brendan Fraser como el legionario Rick O'Connell fue un imitador "egiptólogo" que se enfrenta a la momia de un diabólico sacerdote en La Momia (1999), un taquillazo que motivó una exitosa secuela, El Regreso de la Momia (2001), y en agosto veremos su tercera parte en el lejano oriente en La Tumba del Emperador Dragón.
Protagonizada por Angelina Jolie, de los videojuegos tenemos a la Indiana femenina, la intrépida y curvilínea arqueóloga Lara Croft, motivando dos filmes, Lara Croft: Tomb Raider (2001) y La Cuna de la Vida (2003), pasando mil aventuras para conseguir objetos míticos. Entre los Indianas de ahora tenemos a Nicolas Cage en las dos trepidantes entregas de las aventuras de Benjamín Gates, La Leyenda del Tesoro Perdido (2004) y El Libro de los Secretos (2007); y a Matthew McConaughey, como un explorador que recorre las regiones más peligrosas del oeste de África a la caza de un tesoro en Sahara (2005); y en Amor y Tesoro (2008), en el que siguió la línea de los filmes de búsquedas de millonarios tesoros de Michael Douglas con relativo éxito.
Como vemos, tenemos personajes para todos los gustos, pero hay un hecho sin discusión: Indiana es Indiana y no hay nadie mejor que él para hacernos vibrar en nuestras butacas con otra de sus impresionantes aventuras: Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, cine de siempre, de evasión y canchita.
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