La comedia norteamericana sufre una evolución estilística gracias a directores que se han apartado de lo elemental para adentrarse en un mundo más elaborado. Esta camada la integran Judd Apatow con obras como Virgen a los 40, Greg Mottola con la hilarante Supercool, y Todd Phillips con la galardonada ¿Qué pasó ayer?, que se encuadran dentro éste género en dónde además de humor hay un ejercicio cinematográfico.
Disfrutamos con una serie de comedias de fuerte raíz adolescente con temas como el sexo, drogas, alcohol y rebeldía que forman parte de la llamada Nueva Comedia Americana (NCA), que no sólo son hilarantes sino que son elogiadas por la crítica. Adolescentes o jóvenes a punto de dejar de serlo en conflicto con el orden social visto desde todas las perspectivas, pues uno de sus objetivos prioritarios es la corrección política.
Y en esto se incluye su catastrófica relación con el sexo opuesto, aunque a veces se resuelva formando una pareja al margen del grupo de amigos. Son más irreverentes con las antiguas propuestas y con su necesidad de cuestionar el mundo agrediéndolo desde planos más discursivos. Propone un modelo de comedia mejor escrito, más construido, sin renunciar a la improvisación necesaria para que el humor y la frescura no muera. No hay ruptura, sino continuidad. Se apartan de la línea inocua y romántica, aportando una visión más sarcástica del mundo contemporáneo.
Son políticamente incorrectos, la mayoría no hablan de la adolescencia, sino de la perpetuación de ésta fuera de sus márgenes naturales. Son reflejo de una generación de la inmadurez y encerrada en sí misma. Las nuevas comedias sobre adolescentes ya no se conforman con mostrarlos borrachos o haciendo tonterías, quieren explorar sus emociones y los retos a los que se enfrentan de una manera ácida y corrosiva.
Ponen en entredicho las normas establecidas con la elección de los actores, que tienden a no ser estrellas, aunque ahora lo es Jim Carell; pero hay que incluir a Seth Rogen, quien además es guionista, Jason Segel, Jonah Hill, Michael Cera y Katherine Heigl, que le deben gran parte de su carrera el interpretar a personajes patéticos, con problemas puntuales y bien expuestos, pero que generan la simpatía con el espectador.
Ponen en entredicho las normas establecidas con la elección de los actores, que tienden a no ser estrellas, aunque ahora lo es Jim Carell; pero hay que incluir a Seth Rogen, quien además es guionista, Jason Segel, Jonah Hill, Michael Cera y Katherine Heigl, que le deben gran parte de su carrera el interpretar a personajes patéticos, con problemas puntuales y bien expuestos, pero que generan la simpatía con el espectador.
Otros títulos que revalidan un género desgastado por la falta de buenas ideas y de buenos autores son Las locuras de Dick y Jane, Ligeramente Embarazada, ¿Cómo Sobrevivir a mi Ex?, Walk Hard, Adventureland, Talladega Nights: La Balada de Ricky Bobby, Piña Express, Hermanastros o Siempre hay Tiempo para Reir, y ahora disfrutamos de Todo un Parto con Robert Downey Jr. junto a Zach Galifianakis.
Estas películas acaban con un final feliz y con el reconocimiento de los personajes por parte de los demás. Sin embargo, su fuerza principal radica en el hecho de querer ver triunfar a los antihéroes protagonistas. Al igual de las obras de Pixar, la mayor parte de la Nueva Comedia Americana tiene muchas capas que esconden un mensaje, que lejos de aleccionar, solo exponen la naturaleza de la vida misma.
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