La directora que dio inicio a la saga Twilight , Catherine Hardwicke, ahora nos presenta un nuevo proyecto basado en una historia que todos conocemos como un cuento de hadas llamado Caperucita Roja; pero visto desde el relato original, como una historia con moraleja, llena de peligros y engaños, con un mensaje implícito que dice: “No hables con extraños”. ¿Pero que pasaría si el lobo resulta ser alguien que conoces y en quien confias? o lo que es pero, alguien a quien amas. Esto es lo que refleja este thiller fantástico llamado La Chica de la Capa Roja (Red Riding Hood).
La protagonista es la joven Amanda Seyfreid quien comparte roles con el magnífico Gary Oldman y con ellos un gran elenco de jovenes y reconocidos actores. La historia se centra en la aldea de Daggerhorn cuyos pobladores han mantenido una tregua por años con los hombres lobo. Sin embargo bajo la aparición de la luna sangrienta el lobo tiene derecho a tomar la vida de uno de los aldeanos.
Buscando venganza ante tantas muertes, los habitantes de Daggerhorn deciden buscar la ayuda del padre Solomon para que mate a la bestia, pero la unión de los pobladores de esta aldea se vera afectada cuando el sacerdote les diga que cualquiera de ellos puede ser el lobo, pues toma forma humana durante el día. Es así, que Valerie descubrirá que tiene una conexión única con el lobo que inevitablemente los irá uniendo más, convirtiéndola en sospechosa, y por que no, en carnada.
El desarrollo de esta cinta, llevo a los diseñadores a crear toda la aldea de Daggerhorn. Se fabricaron desde los conjuntos de casas hasta los muebles que son parte del decorado, todo con sentido rústico y tosco. Todo este poblado fue construido dentro de los estudios Canada Motion Picture Park en Vancouver, Canadá.
Además para ambientar el lugar utilizaron rociadores muy potentes que constantemente llenaban la aldea con nieve. Y aunque la mayor parte de film se desarrolla dentro de este lugar, fue necesario que también construyeran partes de una montaña rocosa.
Adicionalmente a estos escenarios, la producción se traslado hasta algunos exteriores de Vancouver donde continuaron con la filmación pero esta vez, rodeados de la naturaleza lo que fue muy preciso para recrear partes específicas del film.
Otro aspecto resaltante de este thriller fue la ropa que usaron los actores, en el caso de Amanda, para ella se confeccionaron dos tipo de capas, una de terciopelo de 6 metros de largo y otra más corta. Mientras que los demás trajes fueron confeccionados con telas naturales, en especial seda cruda teñida y envejecida a mano.
Este es el lado que nunca nadie planteo de una historia que todos conocíamos como un cuento de hadas, La Chica de la Capa Roja nos lleva por un sendero desconocido de amor, intrigas y peligro. Tenga cuidado que el lobo anda suelto...
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