De vuelta al trabajo diario en Cinescape...revisando mis archivos me dí con la ingrata sorpresa de que no había posteado este artículo, así que mas vale tarde que nunca y les dejo este pequeño resumen/crítica de lo que significó el pasado 2008 para el cine nacional:
Ha sido un año fructífero con nueve estrenos, pero recordemos el viejo refrán: “Cantidad no implica calidad”, porque sin pecar de críticos exquisitos o de cinéfilos empedernidos, la mayoría de las películas nacionales del 2008 han seguido una línea: no llegaron a conformar ni a crítica ni taquilla, aunque hubieron algunas excepciones...
En febrero vimos MAÑANA TE CUENTO 2, la secuela del mismo título de Eduardo Mendoza que mezcló comedia juvenil, persecuciones, erotismo, romance y thriller de suspenso con éxito de taquilla, más no de crítica; la total decepción del filme canino VALENTINO Y EL CLAN DEL CAN de Alpamayo, la tercera aventura animada en 3D realizada en el Perú con demasiadas referencias externas que pasó sin pena ni gloria; en abril tuvimos el filme de terror ayacuchano SIN SENTIMIENTO de Jesús Contreras, que se estrenó en una sola sala popular de Lima, demostrando la falta de apoyo al cine regional de las distribuidoras; y el inefable Leonidas Zegarra presentó otro bodrio, 300 MILLAS EN BUSCA DE MAMÁ, de dudosa calidad y de historia estrafalaria a lo Marco, una historia de cine hindú llevada a nuestras tierras del oriente. Hasta aquí el año era decepcionante, pero...
...en este último trimestre tuvimos una maratón de producciones nacionales, tres óperas primas, una segunda obra, y un nuevo opus de Francisco Lombardi que llegaron a las salas con diversa suerte: En septiembre se estrenó VIDAS PARALELAS, la ópera prima de Rocío Lladó con una fallida y manipuladora historia de bandos opuestos ambientada en tiempos del terrorismo con un final bastante panfletero. En octubre tuvimos dos gratas sorpresas, PASAJEROS de Andrés Cotler, su ópera prima de temática inusual y estilo diferente al tipo de cine peruano bastante lograda en cuanto a los protagonistas, y la autodenominada "película más esperada de los últimos tiempos" DIOSES, la segunda obra de Josué Méndez, una crítica a la clase alta que tras su paso por diversos Festivales tuvo éxito de crítica y taquilla; cosa que no pasó en noviembre con UN CUERPO DESNUDO, el regreso de Francisco Lombardi con una película de bajo presupuesto con una propuesta teatral llena de pisco y humor negro que no conectó con los espectadores. Por último, tenemos a EL ACUARELISTA, el debut de Daniel Ró con impecable factura técnica y narrativa fantástica, un filme no comercial que se podría catalogar como “cine de autor”, que cerró el año nacional con un buen sabor de boca.
Tras esto, sólo nos queda preguntarnos si estamos presenciando un relanzamiento del cine peruano gracias al apoyo económico del Conacine o si solo se trata de un hecho coyuntural. Ojalá que el próximo año la dicotomía cantidad/calidad tenga saldo a favor...¿ya es hora no?
Ha sido un año fructífero con nueve estrenos, pero recordemos el viejo refrán: “Cantidad no implica calidad”, porque sin pecar de críticos exquisitos o de cinéfilos empedernidos, la mayoría de las películas nacionales del 2008 han seguido una línea: no llegaron a conformar ni a crítica ni taquilla, aunque hubieron algunas excepciones...
En febrero vimos MAÑANA TE CUENTO 2, la secuela del mismo título de Eduardo Mendoza que mezcló comedia juvenil, persecuciones, erotismo, romance y thriller de suspenso con éxito de taquilla, más no de crítica; la total decepción del filme canino VALENTINO Y EL CLAN DEL CAN de Alpamayo, la tercera aventura animada en 3D realizada en el Perú con demasiadas referencias externas que pasó sin pena ni gloria; en abril tuvimos el filme de terror ayacuchano SIN SENTIMIENTO de Jesús Contreras, que se estrenó en una sola sala popular de Lima, demostrando la falta de apoyo al cine regional de las distribuidoras; y el inefable Leonidas Zegarra presentó otro bodrio, 300 MILLAS EN BUSCA DE MAMÁ, de dudosa calidad y de historia estrafalaria a lo Marco, una historia de cine hindú llevada a nuestras tierras del oriente. Hasta aquí el año era decepcionante, pero...
...en este último trimestre tuvimos una maratón de producciones nacionales, tres óperas primas, una segunda obra, y un nuevo opus de Francisco Lombardi que llegaron a las salas con diversa suerte: En septiembre se estrenó VIDAS PARALELAS, la ópera prima de Rocío Lladó con una fallida y manipuladora historia de bandos opuestos ambientada en tiempos del terrorismo con un final bastante panfletero. En octubre tuvimos dos gratas sorpresas, PASAJEROS de Andrés Cotler, su ópera prima de temática inusual y estilo diferente al tipo de cine peruano bastante lograda en cuanto a los protagonistas, y la autodenominada "película más esperada de los últimos tiempos" DIOSES, la segunda obra de Josué Méndez, una crítica a la clase alta que tras su paso por diversos Festivales tuvo éxito de crítica y taquilla; cosa que no pasó en noviembre con UN CUERPO DESNUDO, el regreso de Francisco Lombardi con una película de bajo presupuesto con una propuesta teatral llena de pisco y humor negro que no conectó con los espectadores. Por último, tenemos a EL ACUARELISTA, el debut de Daniel Ró con impecable factura técnica y narrativa fantástica, un filme no comercial que se podría catalogar como “cine de autor”, que cerró el año nacional con un buen sabor de boca.Tras esto, sólo nos queda preguntarnos si estamos presenciando un relanzamiento del cine peruano gracias al apoyo económico del Conacine o si solo se trata de un hecho coyuntural. Ojalá que el próximo año la dicotomía cantidad/calidad tenga saldo a favor...¿ya es hora no?
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