lunes, 13 de julio de 2009

EL REY DEL POP EN LA PANTALLA. Por Luis Bistolfi

El duelo por el más grande ídolo pop continúa, y para nosotros es momento de repasar su relación con el Séptimo Arte. Y es que Michael Jackson fue un artista tan completo, que también le dedicó algunos pasajes de su carrera a la gran pantalla.

La breve filmografía de Jackson comenzó en los 70’s con The Wiz (1978), la singular versión musical de El Mago de Oz dirigida por el maestro Sidney Lumet, con un reparto conformado solo por artistas afro-americanos, siendo la protagonista Diana Ross como Dorothy, y entre ellos un joven y ya famoso Michael Jakson en el papel del Espantapájaros. Aunque esta película fracasó a nivel comercial y artístico, fue nominada a cuatro Óscares, y el Rey del Pop siempre la consideró una grata experiencia y uno de sus trabajos más logrados. Muchos críticos premiaron la entrega de Michael, calificando su performance como lo único positivo del largometraje.

Y en la cúspide de su carrera, Michael unió su talento al del reconocido director Francis Ford Coppola en 1986 para el ambicioso proyecto de Ciencia Ficción Capitán EO, un corto en 3D realizado con lo último en efectos especiales de esa época, el cual fue encargado por los estudios Disney para ser proyectado en sus parques de diversiones.

Pocos años después, volvería a la carga con Moonwalker, un egocéntrico largometraje en el que se interpreta a sí mismo para deleite de sus fans, y otra vez con un gran despliegue de efectos especiales. Más que una película propiamente dicha, esta cinta es una sucesión de historias cortas, muchas de ellas versiones extendidas de sus videoclips. Cabe destacar que en la secuencia de la canción Smooth Criminal, el cantante le rinde tributo al genial actor y bailarín Fred Astaire, una influencia indiscutible en su estilo de bailar

Casi una década después, Michael estrenaría otro cortometraje innovador: Ghosts (1997), que fue dirigido por Stan Winston, el recientemente fallecido mago de los efectos especiales y el maquillaje. Considerada por muchos más como un extenso video clip y un nuevo "Thriller", esta producción mostraba nuevamente la obsesión de Jackson por los fantasmas y criaturas sobrenaturales, y, nuevamente, buenos efectos especiales.


Ya en este siglo y con su estrella apagándose lentamente, dos breves y anecdóticas apariciones finalizarían la participación de Jackson en la pantalla grande. En Hombres de Negro 2 (2002) se burla de sí mismo tratando de convertirse en un agente de esa organización. Y en la discreta y casi desconocida comedia Miss Cast Away, vemos la última actuación de Michael, cuyas intervenciones se filmaron en el mismísimo rancho Neverland.

Sin embargo, más allá de esas apariciones, el Cine siempre fue una poderosa influencia en la carrera del astro. Sus prolijos videoclips de estilo cinematográfico cambiaron definitivamente la evolución del formato. Siempre trabajando con los mejores cineastas y con millonarios presupuestos, dignos de una súper producción de Hollywood, sus videos más conocidos eran prácticamente pequeñas películas, en las que la estética, el guión, la fotografía, el maquillaje y los efectos eran casi tan importantes como la canción misma. Más aún, incontables celebridades han aparecido en estas obras audiovisuales que le dieron otra dimensión al género como Eddie Murphy o el mismísimo Marlon Brando.

Como hemos comprobado, el legado del Rey del Pop va mucho más allá del aspecto musical. Sus películas también forman parte de una herencia inmortal. ¡Larga vida al rey!

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