viernes, 9 de abril de 2010

LA MALDICIÓN DEL OSCAR: ¿INVENCIÓN O CASUALIDAD?

Buscando noticias que postear durante la semana y como una nota que tenía que realizar para Cinescape, me encontré con esta frase creada por un muy creativo redactor que se me quedó en la cabeza y me motivó a realizar esta nota sobre la maldición del Oscar, muy a lo cuento de hadas: "Aquella actriz hermosa y poderosa que ganara un Oscar como mejor actriz, será condenada al fracaso de su matrimonio o relación de pareja". ¿Curioso, no?

Viendo lo que le ha pasado a Sandra Bullock, “The Blind” (La Ciega) como ya se le dice en Hollywood, se está labrando otra leyenda: la de la maldición de los Oscar. En los últimos años, más de media docena de actrices premiadas se han separado de sus maridos o novios, a quienes curiosamente, agradecieron al recibir el premio. Paradojas de la vida…

Esta particular lista negra la inició Helen Hunt, quien se casó con Hank Azaria después de que la actriz ganara el Oscar en 1998 por Mejor Imposible. Aunque llevaban ya más de cinco años de convivencia, su unión duró sólo diecisiete meses. Otra es la “novia de América”, Julia Roberts. En el 2001, tres meses luego de hacerse con el galardón gracias a Erin Brockovich, su noviazgo con Benjamin Bratt, su prometido y a quien le dedicó el premio, terminaba. Hoy es una mamá casada.

En el 2002 fue el turno a Halle Berry, ganadora por El Pasado los Condena. Acudió a la ceremonia con su esposo, el músico Eric Bénet. Meses después, sin celebrar su tercer aniversario, anunciaban la ruptura tras rumores de crisis. Hoy es feliz junto al modelo Gabriel Aubry, con quien tiene una hija, Nahla. Premiada en el 2003 por Monster, Charlize Theron también rompió su relación de años con Stuart Townsend, al parecer porque se dio cuenta de que su relación se había vuelto algo monótona y veía a su ex más como a su "hermano" que como pareja.

Una que casi se salva fue Hilary Swank y su ex marido, el actor Chad Lowe, porque no pasó nada tras su primer Oscar por Boys don’t Cry, pero la estatuilla por Million Dollar Baby trajo funestas consecuencias, al parecer por los problemas de adicción de él y la disparidad de sus carreras. Otra víctima fue Resse Witherspoon, ganadora a la mejor actriz femenina en el 2005 por su papel en Walk the Line, se separó del actor Ryan Phillippe tras 7 años de casada y dos hijos, un año después de ganar el premio.

Casi al mismo tiempo de la noticia de la Bullock, Kate Winslet sufrió los efectos negativos del Oscar, porque anunció que se separaba de su esposo, el director Sam Mendes, también después de 7 años y un hijo en común. El año pasado se llevó la estatuilla por The Reader y lo celebró efusivamente con su ahora ex. Y van ocho…

Pero no son sólo mujeres las que se ven afectadas al ganar el Oscar. Sean Penn, ganador el pasado año por Milk, fue a la ceremonia con Robin Wright-Penn, su pareja desde 1989 con la que se había reconciliado y, aunque no la incluyó en su discurso de agradecimiento, se separaron definitivamente dos meses después.

¿Esto pasa porque el triunfo se les sube a la cabeza a estas mujeres que se convierten en divas insoportables, o es porque ellos son del tipo de macho que no aceptan estar en segundo plano? Las largas ausencias y las tentaciones adicionales de hombres y mujeres atractivos en los rodajes tienen mucho que ver, pero nos queda la pregunta ¿Hay una maldición en el Oscar?

3 comentarios:

David Cotos dijo...

la vida es complicada pero a la vez no complicada. es una contradicción.

Jorge Bazo dijo...

Jejejejeje...no hay que tomar las cosas en serio, es solo una nota curiosa que muestra como nos puede cambiar la vida un poco de poder y tener más acceso...Eso es todo.

Anónimo dijo...
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