domingo, 29 de agosto de 2010

M. NIGHT SHYAMALAN Y SU NUEVA ETAPA COMO DIRECTOR

M. Night Shyamalan es uno de los directores más reconocidos e influyentes, así como vilipendiado y criticado del cine actual. Su caso es único, no solo por realizar joyas del cine fantástico, ni por sus orígenes, temas, narrativa o personalidad, sino porque no hay nada igual en el tratamiento dispar de la mayoría de la crítica americana respecto a la crítica del resto del mundo, ni en la polarización de los aficionados sobre su trabajo.

Su carrera se divide en tres: su meteórico ascenso a la fama con El Sexto Sentido y El Protegido, sus filmes con mayor unanimidad de crítica y público; otra con Señales y La Aldea por su particular manera de tratar temas trascendentales, y la tercera con el giro radical de su carrera a partir de La Dama en el Agua y El Fin de los Tiempos, porque si bien era conocido por sus giros de guión a último momento, a partir de esta etapa dejó lo que fue su “sello personal". Y ni que decir de su nuevo filme, El Último Maestro del Aire.

Tal vez porque las historias no lo necesitaban, tal vez para intentar callar la boca a todos los que le acusaban de basarlas en una sorpresa final, Shyamalan ha intentado demostrar que es algo más que un buen inventor de finales sorprendentes. Para algunos, tan solo demostró lo que intentaba negar, para otros, su cine va mucho más allá de esos finales sorpresa, y sus últimas películas son buena muestra de ello.

Dos cosas se repiten en su filmografía. Como todos los buenos directores, utiliza una historia para hablar sobre un tema, y sus películas tienen una publicidad engañosa que nos hacen creer que son lo que no son: El Sexto Sentido no es de espíritus sino sobre la incomunicación, Señales no es sobre marcianos, sino trata sobre la fe y La Aldea es una fábula política sobre el miedo, dividiendo al público en torno a su cine, defraudando a un gran sector a la vez que maravillaba a otro.

Si ya en sus dos primeras películas había dado avisos de que no hacía el típico cine de Hollywood, al parecer desde El Fin de los Tiempos y ahora con El Último Maestro del Aire el director se ha enfocado hacia el cine de entretenimiento, y lo ha logrado con creces, aunque el principal problema es que Shyamalan se ha olvidado de ser él mismo.

Es un director que no te deja indiferente: o te atrapa en sus historias, te llega su estilo, te interesan sus mensajes y te maravillan sus giros narrativos, o simplemente te sientes defraudado por tantos datos y hechos que envuelven durante el filme. El público espera una cosa y él le da otra completamente distinta. Hay pocos espectadores que se ubiquen en un término medio. A sus películas o las amas o las odias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

calcadito lo dijo el sr Pinasco en Cinescape hace dos días.

Jorge Bazo dijo...

No se si lees este blog por primera vez, los articulos que pongo acá son LOS QUE ESCRIBO YO EN CINESCAPE, osea, son de mi autoría. Saludos.